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Una investigación publicada en una revista médica constató que ya no es posible acusar a los videojuegos por su inducción al sedentarismo. Por el contrario, algunos pueden ejercer influencias positivas: se comprobó que los chicos que los jugaban en lugar de un juego tradicional, quemaban 4 veces más calorías. Además, su frecuencia cardiaca resultó mayor.
De acuerdo a una investigación que puede leerse en el último número de la revista médica Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, que pertenece al grupo de la conocida publicación JAMA, ya no es posible denigrar sin más a los videojuegos debido a que promueven el "sedentarismo" y generan sobrepeso y hasta obesidad.
De hecho, comprobaron los expertos, algunos de estos divertimentos pueden generar efectos muy saludables, ya que se comprobó que los chicos que los preferían en lugar de hacerlo con un juego tradicional "pasivo"- terminaban quemando cuatro veces más calorías por minuto. Y, además, su frecuencia cardiaca es significativamente más alta.
Tener estos datos en cuenta y actuar en consecuencia es algo clave ya que los juegos de computadoras se están convirtiendo rápidamente en la actividad recreativa preferida para millones de chicos. Mientras que, al mismo tiempo, la epidemia de sobrepeso y de obesidad avanza a pasos agigantados. Esto es evidente con datos tales como que el 83 % de los chicos de entre 8 y 18 años -en EE.UU- tienen la opción de jugar videojuegos en sus dormitorios.
EXPERIMENTOS POSITIVOS
Con estos conceptos en su mente, Robin Mellecker y Alison McManus, profesionales que trabajan en el Instituto de Desempeño Humano de la Universidad de Hong Kong, dedicaron sus esfuerzos científicos a medir la frecuencia cardiaca y la energía gastada –medida en cantidad de calorías- por un grupo de 18 chicos de entre 6 y 12 años, tras jugar partidas de 25 minutos, combinando diversos juegos, tanto en la computadora como los de mesa tradicionales.
En comparación con chicos descansando, los jugadores quemaron un 39% ciento más de caloría por minuto, sentados jugando un juego "pasivo"; un 98% jugando uno activo y hasta un 451% más jugando algunos juegos especialmente diseñados para generar hiperactividad. Algo similar ocurrió con los conteos de pulsaciones cardíacas, que se elevaron significativamente con algunas de las opciones.
Los expertos dijeron que si estos videojuegos hiperactivos pudieran ser practicados en sesiones diarias de unos 35 minutos, sería posible contrarrestar buena parte de las calorías que los chicos van acumulando al estar quietos y que terminan generando sobrepeso primero y obesidad después.
Periodismo.com